Las 3 conversaciones que necesitas dominar para conseguir citas.

La mayoría de los hombres fracasan en las conversaciones porque no entienden esto.

Hablar con una mujer no se trata de improvisar, ni de llenar silencios con preguntas aleatorias.

Si no sabes qué decir, si te quedas en blanco o si solo hablas de ti, ella se desconecta.

Pero si dominas estos tres niveles de conversación, podrás llevar cualquier interacción hacia una conexión real (y una cita).

Nivel 0: Lo contextual

Este es el punto de partida.

Hablas del entorno, del lugar, de lo que está pasando. "¿Qué hacías por aquí?", "¿Vienes sola o con amigos?". Preguntas fáciles de responder que no la ponen a pensar demasiado.

Esto rompe el hielo sin presión y hace que se sienta cómoda.

Nivel 1: Lo personal

Una vez que la conversación fluye, es hora de hablar de ella.

"¿A qué te dedicas?", "¿Por qué elegiste esa carrera?", "¿Cuál fue la experiencia más loca en tu trabajo?".

Aquí puedes también compartir tus propias anécdotas.

Ya no estás hablando con una desconocida, estás generando confianza mutua.

❤️ Nivel 2: Lo emocional / Nosotros

Este es el punto clave que casi nadie aplica.

Empiezas a hablar de planes futuros, pasatiempos, sueños. "¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no trabajas?", "¿Cuál es tu bebida favorita?".

Y a partir de ahí, puedes proponer un plan juntos: "Tengo una cafetería favorita, te encantará..."

Cuando introduces la idea del "nosotros", ella empieza a visualizarse contigo.

Esto es lo que marca la diferencia entre una conversación olvidable y una cita agendada.

¿Cómo aplicar en tiempo real?

En el ejemplo que compartimos esta semana, Álvaro aplica este triángulo conversacional paso a paso con un chico llamado Fran.

Empieza con intriga y contexto (¿qué hacías por aquí?), pasa a lo personal (programador, desarrollo personal) y termina hablando de intereses, libros, bebidas favoritas... hasta proponer una cita.

Este no es un guion. Es un marco. 

Y puedes adaptarlo a cualquier situación, cultura y contexto.

Acciones que puedes aplicar hoy:

1. Practica la apertura contextual. Haz preguntas fáciles que no requieran pensar: "¿Con quién estás?", "¿Vienes seguido aquí?"

2. Haz una transición natural a lo personal. "¿Y tú a qué te dedicas?", "¿Siempre quisiste hacer eso?"

3. Incluye el nivel emocional y el 'nosotros'. "¿Qué te gusta hacer cuando desconectas?", "Tengo un lugar que te encantaría..."

4. No saltes los niveles. Si ella no está cómoda en el contexto, no está lista para lo emocional.

5. Practica. En la próxima conversación que tengas, pruébalo. Sé consciente de los niveles. Mídelo.

Nos vemos en la próxima edición.

Álvaro Reyes

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